Bellos cabellos Autora: Adela Basch
ESCENA 1
ESCENA 1
(La escena transcurre en una peluquería. Hay un
reloj que marca las once. Entra Laura, mujer de cabellos largos, y la recibe
amablemente Miguel, el peluquero.)
Miguel: - Adelante, tome asiento aquí, por favor.
Laura: - (se sienta) Gracias. Mire, me gustaría cortarme un poco.
Creo que mi pelo está demasiado largo y sin forma, y tengo ganas de cambiar de aspecto. Quisiera un corte nuevo, con algo de original y algo de sugerente.
Miguel: - ¿Con algo de mi gerente? Pero, señora, mi gerente es pelado. ¿Qué quiere, que la rape?
Laura: - Pero no, quiero un corte novedoso, con una caída así (hace un gesto con las manos), como suave.
Miguel: - ¿Cómo mi ave? ¿Con una caída como mi ave? Señora, yo
tengo un canario, pero no se anda cayendo, vuela muy bien.
Laura: - Mire, yo lo que quiero es un buen corte de pelo. Y que me dé un aspecto más juvenil, mimoso.
Miguel: - ¿Su mozo?
Laura: - No, mimoso. Mi-mo-so.
Miguel: - Eso, su mozo. Señora, sepa que yo soy su peluquero.
Laura: - (Suspira hondo) Quiero un nuevo corte de pelo. ¿Qué me
propone?
Miguel: - (Pensativo) Hum, veamos. Eso hay que estudiarlo. (Le pone las manos sobre la cabeza, le toma los cabellos, se los levanta y los deja caer de a poco) Hum, ¿Cortar? No sé. Espere un momento. (Inclina la cabeza sobre la de Laura y apoya una oreja sobre su pelo)
Laura: - ¡Eh! ¿Qué hace?
Miguel: - Me estoy concentrando en su cabello, para escuchar lo que necesita. Acá trabajamos así. Son las últimas tendencias internacionales en cuidado del cabello. Ahora los peluqueros verdaderamente responsables escuchamos al pelo para saber qué
es lo que pide. (Levanta la cabeza) Y lo que este cabello necesita, señora, no es un corte, sino una leve intensificación de color.
Laura: - ¿Ahora? ¿Le parece?
Miguel: - Sí, sí, le va a encantar.
Laura: - Bueno, no sé, ¿usted, cree...?
Miguel: - Se lo aseguro. Señora, relájese y deje su cabeza en mis manos.
(Laura cierra los ojos y Miguel empieza a trabajar)
Miguel: - Adelante, tome asiento aquí, por favor.
Laura: - (se sienta) Gracias. Mire, me gustaría cortarme un poco.
Creo que mi pelo está demasiado largo y sin forma, y tengo ganas de cambiar de aspecto. Quisiera un corte nuevo, con algo de original y algo de sugerente.
Miguel: - ¿Con algo de mi gerente? Pero, señora, mi gerente es pelado. ¿Qué quiere, que la rape?
Laura: - Pero no, quiero un corte novedoso, con una caída así (hace un gesto con las manos), como suave.
Miguel: - ¿Cómo mi ave? ¿Con una caída como mi ave? Señora, yo
tengo un canario, pero no se anda cayendo, vuela muy bien.
Laura: - Mire, yo lo que quiero es un buen corte de pelo. Y que me dé un aspecto más juvenil, mimoso.
Miguel: - ¿Su mozo?
Laura: - No, mimoso. Mi-mo-so.
Miguel: - Eso, su mozo. Señora, sepa que yo soy su peluquero.
Laura: - (Suspira hondo) Quiero un nuevo corte de pelo. ¿Qué me
propone?
Miguel: - (Pensativo) Hum, veamos. Eso hay que estudiarlo. (Le pone las manos sobre la cabeza, le toma los cabellos, se los levanta y los deja caer de a poco) Hum, ¿Cortar? No sé. Espere un momento. (Inclina la cabeza sobre la de Laura y apoya una oreja sobre su pelo)
Laura: - ¡Eh! ¿Qué hace?
Miguel: - Me estoy concentrando en su cabello, para escuchar lo que necesita. Acá trabajamos así. Son las últimas tendencias internacionales en cuidado del cabello. Ahora los peluqueros verdaderamente responsables escuchamos al pelo para saber qué
es lo que pide. (Levanta la cabeza) Y lo que este cabello necesita, señora, no es un corte, sino una leve intensificación de color.
Laura: - ¿Ahora? ¿Le parece?
Miguel: - Sí, sí, le va a encantar.
Laura: - Bueno, no sé, ¿usted, cree...?
Miguel: - Se lo aseguro. Señora, relájese y deje su cabeza en mis manos.
(Laura cierra los ojos y Miguel empieza a trabajar)
ESCENA 2
(El mismo lugar que la escena anterior, pero el reloj marca las tres. Laura está roncando. Tiene la cabeza cubierta con una toalla. Miguel está al lado, de pie.)
Miguel: - (Palmea las manos) Linda siestita, ¿no?
Laura: - (Despertando) ¡Ya son las tres! Tengo que irme.
Miguel: - ¡Llegó el gran momento! Mire. (Le retira la toalla de la cabeza)
Laura: - (Se mira en el espejo horrorizada) ¿Qué es esto?
Miguel: - Una hermosa tonalidad amarrojul.
Laura: - ¿Amarrojul?
Miguel: - Sí, una combinación de amarillo, rojo y azul. El último
grito de la moda.
Laura: - Yo voy a gritar si usted no me saca este colorinche de la cabeza. ¡Pero qué locura!
Miguel: - ¿Qué lo cura? A esto no lo cura nada. No es una enfermedad, es un hermoso colorido.
Laura: - Mire, si en cinco minutos su hermoso colorido no se ha ido, usted me las va a pagar.
Miguel: - Disculpe, acá la que va a pagar es usted. Me tiene que pagar la tintura.
Laura: - ¡Pero qué caradura! Si no me saca estos colores de mamarracho, no le pienso pagar.
Miguel: - Bueno, en un abrir y cerrar de ojos se lo podría dejar todo rojo.
Laura: - ¡De ninguna manera! Y lo que se va a cerrar es esta peluquería.
Miguel: - Entonces, se lo podría dejar azulmarillo, una deliciosa mezcla de azul y amarillo.
Laura: - ¡Ni loca! ¿Qué se cree? ¿Qué soy la bandera de Boca?
Miguel: - Bueno, señora, decídase. No puedo estar con usted todo el día. ¿Qué color quiere? ¿Violeta, verde, turquesa?
Laura: - ¿Turquesa? ¡Me va a estallar la cabeza! ¿Quiero que me devuelva ahora mismo el color que tenía cuando vine!
Miguel: - Eso es imposible. Aquí usamos tinturas de muy buena calidad, son excelentes y muy persistentes.
Laura: - ¡Voy a llamar a mi abogado! ¡Esto va a terminar en sumario!
Miguel: - ¿En mi Mario? Yo no tengo ningún Mario.
Laura: - (Furiosa, se levanta y mientras abre la puerta grita)¡Le voy a hacer juicio! ¡Voy a llevar esto a la corte!
Miguel: - ¡Qué corte ni qué corte! Su cabello no pedía corte... Y encima, se va sin pagar.
(El mismo lugar que la escena anterior, pero el reloj marca las tres. Laura está roncando. Tiene la cabeza cubierta con una toalla. Miguel está al lado, de pie.)
Miguel: - (Palmea las manos) Linda siestita, ¿no?
Laura: - (Despertando) ¡Ya son las tres! Tengo que irme.
Miguel: - ¡Llegó el gran momento! Mire. (Le retira la toalla de la cabeza)
Laura: - (Se mira en el espejo horrorizada) ¿Qué es esto?
Miguel: - Una hermosa tonalidad amarrojul.
Laura: - ¿Amarrojul?
Miguel: - Sí, una combinación de amarillo, rojo y azul. El último
grito de la moda.
Laura: - Yo voy a gritar si usted no me saca este colorinche de la cabeza. ¡Pero qué locura!
Miguel: - ¿Qué lo cura? A esto no lo cura nada. No es una enfermedad, es un hermoso colorido.
Laura: - Mire, si en cinco minutos su hermoso colorido no se ha ido, usted me las va a pagar.
Miguel: - Disculpe, acá la que va a pagar es usted. Me tiene que pagar la tintura.
Laura: - ¡Pero qué caradura! Si no me saca estos colores de mamarracho, no le pienso pagar.
Miguel: - Bueno, en un abrir y cerrar de ojos se lo podría dejar todo rojo.
Laura: - ¡De ninguna manera! Y lo que se va a cerrar es esta peluquería.
Miguel: - Entonces, se lo podría dejar azulmarillo, una deliciosa mezcla de azul y amarillo.
Laura: - ¡Ni loca! ¿Qué se cree? ¿Qué soy la bandera de Boca?
Miguel: - Bueno, señora, decídase. No puedo estar con usted todo el día. ¿Qué color quiere? ¿Violeta, verde, turquesa?
Laura: - ¿Turquesa? ¡Me va a estallar la cabeza! ¿Quiero que me devuelva ahora mismo el color que tenía cuando vine!
Miguel: - Eso es imposible. Aquí usamos tinturas de muy buena calidad, son excelentes y muy persistentes.
Laura: - ¡Voy a llamar a mi abogado! ¡Esto va a terminar en sumario!
Miguel: - ¿En mi Mario? Yo no tengo ningún Mario.
Laura: - (Furiosa, se levanta y mientras abre la puerta grita)¡Le voy a hacer juicio! ¡Voy a llevar esto a la corte!
Miguel: - ¡Qué corte ni qué corte! Su cabello no pedía corte... Y encima, se va sin pagar.
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